
Si hay un director que representa perfectamente el espíritu del cine de terror, aunando tradición e innovación, ese es sin duda nuestro adorado John Carpenter. Los ochenta fueron naturalmente su época dorada, la que le vio madurar como director tras el tremendo éxito y revulsivo que resulto ser su revolucionaria Noche de Halloween. Despues de La Niebla, una clásica historia de venganza de ultratumba que el director transforma en una bella pesadilla, y 1997: Rescate en Nueva York un pastiche de aventuras transformado por el realizador en una de las películas de aventuras más trepidantes y con mucha crítica social, Carpenter realizaría la que quizás hasta la fecha muchos consideramos su obra maestra, La Cosa.
LA PELÍCULA

Sé que yo soy humano. Y sé que algunos de vosotros también lo sois… Si no, ya me habríais atacado.
MacReady
La Cosa esta basada en el relato Who Goes There? que John W. Campbell publico en 1938 bajo el seudónimo de Don A. Stuart. Pero tampoco podemos olvidar la influencia que para Carpenter tuvo el filme de Christian Nyby y un no acreditado Howard Hawks titulado El enigma de otro mundo (The Thing from Another World) y del que el director se ha confesado profundo admirador. Carpenter y su guionista Bill Lancaster (hijo de Burt Lancaster) se basaron más en el relato original aunque conservaron algunas referencias del filme de Nyby.
Mientras que la primera versión podría verse como una especie de alegoría del peligro rojo en la guerra fría, la cinta de Carpenter se transmuta en una especie de crítica feroz hacia el aislacionismo cultural impuesto por Estados Unidos en esa época y un estudio antropológico sobre el comportamiento colectivo de un grupo de gente que es sometida a una irracional y extraña situación límite. Veremos hasta donde es capaz de llegar el ser humano y la paranoia que muestra hacia lo desconocido. Además su nihilista final y el hecho de presentarnos al alíen como un terrible invasor, en contraposición a la amigable figura del ET de Spielberg gran triunfador de ese año, afianza mucho más la profunda angustia existencial de esa época.

Carpenter no abusará de ese sentido de paranoia para construir una especie de alegoría social como en La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956). Simple pero magistralmente nos presenta a unos personajes, que en último término, luchan para sobrevivir y demostrar que son humanos. O en el caso de La Cosa para engañarnos.
No nos vamos a entretener en desgranaros la historia ya que me imagino que todos, o casi todos, la habéis visto. Sí que destacaremos los increíbles efectos especiales creados por Rob Bottin (excepto el perro-cosa que fue concebido por otro mago de los efectos como Stan Wiston). Carpenter contrato a Bottin tras ver las increíbles transformaciones que diseño para el filme Aullidos de Joe Dante. Tras más de 30 años los efectos visuales de la película nos siguen sorprendiendo situándonos en un estado de shock y asco ante la impresionante maleabilidad y poder de transformación del alíen reflejados fielmente por el trabajo de maquillaje. Simplemente una obra maestra.

Impresionante también es la fotografía de Dean Cundey cuyos tonos fríos y azulados transmiten a la perfección la sensación de aislamiento y soledad del grupo acentuando la hostilidad del entorno. Otro aspecto a destacar es que el realizador, que siempre crea las bandas sonoras de sus films, se decantará por otro compositor para esta tarea. Y el elegido fue ni más ni menos que el gran Ennio Morricone, conocido por sus maravillosas composiciones para diferentes films italianos de los 70 entre los que destacaremos las que realizo para los westerns del llorado Sergio Leone. En esta ocasión sorprenderá a propios y extraños al engendrar una banda sonora minimalista y de corte electrónico que encaja como un guante en la milimétrica arquitectura de la cinta. Un prodigio sonoro que nos zambulle de lleno en la incertidumbre y la locura a la que son sometidos los protagonistas.
Pese al esfuerzo invertido por todo el equipo técnico y artístico La Cosa fue un fracaso en taquilla. Al alto contenido en gore y violencia, lo que generó una gran controversia. A esto tenemos que sumar que el filme fue estrenado dos semanas después del taquillazo de Spielberg E.T, que nos presenta una visión bondadosa del concepto de alíen. Al público no le apetecía ver otro concepto diferente. Afortunadamente con el paso de los años la cinta fue ganando poco a poco el estatus de obra de culto que sin duda se merecía.

Como apunte final comentaros que La Cosa forma parte de una trilogía ideada por John Carpenter sobre el Apocalipsis junto con El Príncipe de las Tinieblas (1987) y En la boca del miedo (1994). Podéis pensar que los tres filmes no tienen nada que ver pero todos ellos hacen referencia al fin de la humanidad propiciado por una situación, una Cosa, condenando inevitable a nuestro mundo.
Y como no, nuestro apreciado Kurt Russell como protagonista con su impagable MacReady.
