
Siempre me han llamado poderosamente la atención las películas que comienzan sin un solo dialogo, apoyando toda su fuerza en el poder de la imagen, lo que al fin y al cabo es el cine en estado puro, imagen sin palabras. It Began Without Warning tiene uno de los comienzos, un desarrollo y un final de los más poderosos e impactantes que he podido ver en muchos años, y creo que tú me vas a dar la razón. Es un corto de terror que va directo a tu yugular, sin trucos, sin fuegos de artificios, sin golpes de efectos, es una jodida montaña rusa de terror. Jessica Curtright y Santiago C. Tapia han conseguido condesar en los poco más de cinco minutos que dura el cortometraje el horror, como si te pincharan en el centro de tu ojo.
It Began Without Warning no tiene una gran fotografía, de hecho, la textura de vídeo casero confiere a todo el conjunto un tono perturbador, con un aire a grabación casero y found footage, revelando su verdadera cara. Todo ello premeditadamente realizado para concentrar la atención del espectador en el ojo del huracán. Un descenso a los infiernos sin escalas y sin frenos. En contraposición el movimiento de la cámara es excelentemente vital y directo, como el bisturí de un cirujano alcohólico el primer día de su rehabilitación, preciso, pero a la vez de caprichoso resultado.
El corto de terror que han creado Jessica Curtright y Santiago C. Tapia es una perfecta obra de ingeniería sangrienta, ha sido construido dejando atrás las tradicionales convicciones del género, los sustos fáciles, los silencios a la espera de algo aterrador, la música realizada expresamente para expresar terror. It Began Without Warning tiene la sutileza y la efectividad de un bate de béisbol impactando contra tu cabeza. La violencia es visceral y directa, no es gore, pero es suficientemente explicita como para dejarte conmocionado y sin poder respirar durante unos segundos. Es algo desagradable que no quieres mirar, pero no puedes dejar de hacerlo.
It Began Without Warning dejó a todos impactados en la última edición del SXSW y gano el premio al mejor corto de terror en el Fantasia International Film Festival. Sus realizadores cuentan con un poderoso aliado, ni mas ni menos que Couper Samuelson, presidente de Feature Films en Blumhouse y productor ejecutivo de Déjame salir, que además fue el responsable de que David F. Sandberg convirtiera su exitoso corto Lights Out en un largometraje. ¿Les ocurrirá lo mismo a Tapia y Curtwrigh? Quién sabe.
Lo que, si puedes hacer ahora mismo, es darle de una maldita vez al play y disfrutar de uno de los cortos de terror más directos y viscerales que vas a poder ver en mucho tiempo, con una cierta reminiscencia a Quien puede matar a un niño de nuestro gran Chicho Ibañez Serrador.
SINOPSIS
“El momento ha llegado”, dijo la Morsa. Y todas las pequeñas ostras se pararon y esperaron en fila.