
Climax (Gaspar Noe)
Si tuviera que destacar un director cuyas primeras obras cinematográficas me influyeron enormemente y cuyo visionado fue una alucinatoria y catártica experiencia, ese es sin duda alguna Gaspar Noe. Y ahora por fin, tras mi pérdida de interés en sus últimas obras, ha regresado con toda la fuerza de sus comienzos con Climax, una hipnótica y extrema experiencia en la que el realizador regresa con fuerza a las poderosas imágenes que caracterizan su obra.
Si bien es cierto que su última película, Love, no despertó en mi interés alguno, Climax parece devolvernos a ese Gaspar Noe irreverente, audaz y provocador. Impresionante y terrible esa trilogía, Carne, Solo contra todos e Irreversible, sobre la inalterabilidad de ciertos actos y sus atroces consecuencias sobre los individuos cuyas vidas quedan suspendidas en el vacío estático de lo que ya paso y no podrá cambiar. A esas historias crueles y despiadadas que nos presentan el lado más oscuro del ser humano, hay que añadir un uso de la cámara simplemente impresionante, no en vano Gaspar Noe es casi siempre el operador de cámara y montador de sus propios filmes, que ensalza aún más la ferocidad de lo que se impresiona en nuestras pupilas.
Climax parece ser un compendio de las mejores cualidades del cineasta, un retorno a ese género de terror realista que siempre ha planeado en todas sus obras. La última película de Noe no va a resultar tan agotadora como Irreversible o tan explícita como Love, pero seguro que sus imágenes no decepcionarán, ni a sus detractores ni a sus fervientes seguidores. Con una trama basada en hechos reales, cuando un grupo de baile, allá por 1996, organizo una fiesta y tras mezclar alcohol con LSD cayó en una potente paranoia colectiva.
En definitiva Gaspar Noe busca con Climax remover conciencias, incitar reacciones, un hecho que me recuerda su similitud y su conexión con otro gran director y agitador de éticas como fue el polaco Andrzej Żuławski y sus obras maestras Lo importante es amar y Posesión.
Ah, casi se me olvida, Climax cuenta con una banda sonora tan inquietante y adrenalínica como sus propias imágenes y que esta conformada, entre otras, por canciones de Giorgio Morder, Daft Punk, Cerrone o los Rolling Stones, apuntaladas por la BSO de Thomas Balgalter (la otra mitad de Daft Punk).
🎬 Puntuación de El Primo [yasr_overall_rating size=»medium»]
CRÍTICA
He de confesar que soy un fan incondicional del primer Noe, de ese que nos muestra con contundentes imágenes, con furia carnal todos los oscuros recovecos en los que el ser humano esta y no quiere ser visto. Es una faceta de la misma condición humana primaria y totalmente inherente a nosotros mismos.
Es la violencia, la rabia y la fiereza presente en ese magnifico y desgarrador tríptico sobre las pasiones humanas, el dolor y la muerte que representan Carne, Solo contra todos e Irreversible. Con esa galería de personajes perdidos en el océano tempestuoso de la vida, como pequeños botes a merced de un temporal que no cesa y que cada vez aumenta de intensidad y al final nos deja enfrentándonos contra ese vacío, oscuro y denso que nos mira directamente a la cara.
Irreversible marco un hito, no solo en la carrera del realizador, si no también en el cine en general, en como contar una historia, a priori dura pero convencional, de una manera novedosa, y si, muy cruda y directa. Es una pena que casi todo el mundo se quedara en la muestra más superficial, lo más fácil y banal como es la escena de la violación de Monica Belluci. Pero Irreversible trata del terrible dolor de una pedida, de un cambio definitivo e inalterable. Y además el espectador empieza sabiendo el doloroso final y ya solo puede observar impotente el devenir de los hechos y los acontecimientos anteriores. Los cuales se tornan mucho mas duros y tortuosos de ver que los episodios de inusitada violencia.
En Climax además de volver a demostrarnos, como ya hizo en Irreversible, el impresionante control de la cámara, el espacio y la fotografía del que es poseedor Gaspar Noe, este vuelve a conectar con una historia fuertemente humana, que se enlaza directamente con nuestras necesidades más básicas.
Utilizando como excusa y punto de partida una historia supuestamente real en la que un grupo de bailarines ingiere cierta sustancia lisérgica tras finalizar los ensayos sin tener conocimiento de ello. Lo que provoca caos generalizado y ciertas conductas inapropiadas e inexplicables. Hasta aquí todo el parecido que vas a poder encontrar con el argumento real, porque Noe utiliza Climax para mostrarnos el interior del ser humano, sus pulsiones más primitivas, su cerebro reptiliano y todo esto queda reflejado a través de las reacciones de los diferentes protagonistas. La droga es un mero catalizador, más bien, un libertador absoluto de las realidades más ocultas de nosotros mismos. Poco a poco los bailarines se van liberando de sus ataduras éticas para descender poco a poco hacia el oscuro, desconocido y aterrador abismo de la libertad moral más absoluta. Algo que pocos seres humanos conocen y que puede conducir a la locura de una realidad que está a escasos centímetros de la nuestra.
Pero Climax es también una experiencia visual y sonora única en la que nosotros, espectadores impotentes, asistimos a un bello y aterrador espectáculo de sangre, sudor, música, enajenación, deseos, sexo y muerte. Todo ello bajo la batuta maestra del gran Gaspar Noe.
SINOPSIS
Un grupo de bailarines se encierran en un internado, abandonado en un apartado bosque, para ensayar una obra. Tras finalizar la última coreografía deciden celebrar una fiesta de despedida. Pero alguien ha mezclado la sangría con una sustancia alucinógena desconocida, lo que provocará que el grupo se suma en una histeria alucinatoria con inesperadas consecuencias.