En ocasiones el arte supera al propio ser humano y se sitúa por encima de la vida misma, llevando al artista y a los observadores de su obra hacia límites insospechados, terrenos en sombra donde no podemos dar marcha atrás ni deshacer lo que hemos provocado. En un punto de no retorno. Y eso es lo que parece querer expresarnos el realizador norteamericano Joe Begos con su cuarta película Bliss. Toda una declaración de intenciones, su pequeña obra maestra hasta el momento dentro de su filmografía.
Bliss nos presenta una historia sobre los límites de la creación, o mejor dicho, los no límites, una espiral vampírica de toxicidad que lleva a la protagonista en una destructiva búsqueda en pos de culminar lo que ella considera su obra maestra en un proceso creativo de terribles consecuencias.
Joe Begos cuenta con la espléndida y entregada interpretación de Dora Madison y nos muestra una ciudad de Los Angeles oscura y alienante que se hermana con otras desalmadas urbes de cemento como el Nueva York de Scorsese o el que recorre el Teniente corrupto de Abel Ferrara. Y en este punto quizás el personaje de Harvey Keitel tiene su versión arty en la Dezzy de Bliss.
Bliss, en cierto modo, es una película que refleja la historia de su director en una ciudad tan hostil como Los Angeles, una historia que muestra su cara más sórdida y oscura. LA desesperación de un artista por encontrar su sitio y un camino para su arte que le dé un sentido a su vida.
La película tuvo una gran acogida en el festival de Sitges junto a su otra película VFW realizada este mismo año y que nos presenta a Begos como la gran esperanza blanca del cine de terror indie. Solo el tiempo nos dirá si tenia razón.
🎬 Puntuación de El Primo
SINOPSIS
Dezzy es una artista con una mala racha de inspiración y en dique seco. Su tabla de salvación se la proporcionara su camello habitual en forma de una nueva droga que transformará su vida para siempre. Su gran obra maestra comenzara a aflorar a base de sangre, sexo y muerte.
