Green Room – Un thriller demoledor


Green Room (Jeremy Saulnier)
Internet, yo te maldigo. Está comprobado que, cuando un film empieza su andadura por festivales y gusta, surge esa palabra que odio pronunciar: hype. Hace más de seis meses que se leen comentarios entusiastas de este film que han acabado transformando las expectativas del público en general. Finalmente ha pasado lo que tenía que pasar, leo por las redes sociales que la película no es para tanto, que se desinfla o que no es lo que esperaban. Muerte al hype.
ANTECEDENTES
Saulnier ya demostró su valía con el film independiente Blue Ruin, una historia de venganza que, personalmente, me dejó fascinado. Con una interpretación y una fotografía excelentes y, especialmente, por la misma razón que me ha fascinado ésta historia de skins que cazan punkies: un cine que sabe dónde va, un cine de impacto y con una atmósfera asfixiante. Pero un cine pequeño.
SINOPSIS
The Ain´t Rights son una banda de punk que está de gira por puebluchos de Estados Unidos y lo hacen robando gasolina si hace falta. Por circunstancias acaban tocando en un local lleno de skinheads, donde las cosas se torcerán de la peor manera.

Green Room (Jeremy Saulnier)
Lo primero a destacar es la presentación de los protagonistas, que bien podría durar hasta que llegan al local de los skins. Es sencillamente genial. El espectador sabe que se va liar pero Saulnier se toma su tiempo mostrando los roles de cada uno de la banda y, más tarde, dinamitando las expectativas. Aunque el aspecto visual es lo primero que llama la atención, lo que yo defiendo es le guión tan bien cerrado, al que no se le ven las costuras. Sabe dosificar la tensión y la información como hacía tiempo que no veía, brutal. Es interesante pensar que el film apunta a estar inspirado por The Warriors, una caza de bandas y acaba influenciado por esa obra maestra, Río Bravo (Howard Hawks, 1959).

Green Room (Jeremy Saulnier)
El otro factor que hace estimable la película es la brillante dirección de actores, huyendo de las interpretaciones forzadas en un entorno que ya lo es por si mismo. Hay una gran naturalidad y un buen puñado de escenas de alto calibre, con duelos interpretativos vibrantes. Especialmente destacable me parecen las actuaciones de Anton Yelchin (descanse en paz, admirado Chekov) y de un actor al que hace tiempo que no pierdo la pista: Joe Cole (visto también en Peaky Blinders). Por otro lado destacar la interpretación, quizás más sutil y llena de matices de Macon Blair como Gabe, el dubitativo lugarteniente del bando skin. Blair es el actor fetiche del director y pudimos alucinar con su protagonista en Blue Ruin. Quizás la única que rechina, por impostada, sería la bella Imogen Poots.
Por último, como despedida, quiero expresar en texto mi amor eterno por Patrick Stewart. Compone de manera generosa un villano contenido y peligroso, lleno de de maldad y susurros. Un servidor adora al Capitán Picard, a Charles Xavier, al mejor amigo de Ian Mckellen y ahora al líder skin.
Oi!